CUIDA DE TU CASA
Los edificios para viviendas cuestan mucho dinero y sacrificios, y deben mantenerse. La vida de los edificios se puede alargar a través de un buen mantenimiento y un buen uso.
Los edificios tienen que ser seguros y por esto hay que ser conscientes de la edad de los edificios y de los problemas que se derivan.
El mantenimiento o la prevención, no es especialmente complicado o costoso.
La prevención y el mantenimiento periódico permiten ahorrar problemas y dinero.
Esencialmente, es necesario un buen mantenimiento de las fachadas de sus viviendas, principalmente con respecto a la parte principal, los voladizos, las barandillas, ventanales, terrazas, tribunas, la fachada posterior y laterales, los patios y las paredes medianeras.
La fachada da la imagen exterior de la casa y de sus ocupantes, y el hecho de formar parte de la calle también da una idea de pueblo o ciudad. Por lo tanto, hay que tenerla en forma. Su conservación es responsabilidad de los propietarios y de todos los miembros de la comunidad.
La fachada está compuesta por diferentes elementos:
1) El cuerpo de la fachada (parte maciza que rodea la casa).
2) Balcones y terrazas, elemento que sobresalen de la fachada.
3) Tribunas, balcones y terrazas que están cerradas y forman parte del interior de la casa.
4) Ventanales, elementos móviles que comunican el interior con el exterior de la casa.
5) Las paredes medianeras son fachadas que separan la casa de los edificios del vecinos y protegen sus laterales de la agresión de la lluvia, el viento, el frío y el calor.
6) Los patios son las fachadas interiores del edificio y cumplen una función fundamental de iluminación y ventilación, y permiten el paso de las instalaciones comunes de los edificios.
Tener la fachada en forma quiere decir tenerla en buen estado de salud. Como el cuerpo humano, si la piel está en forma sufre menos enfermedades y si tiene alguna, se recupera mucho más fácilmente.
Con un mantenimiento periódico, evitamos los fuertes gastos que nos comportan las reparaciones urgentes originadas por un pequeño problema que se ha ido agravando con el tiempo.
Si evitamos la degradación, nuestra fachada se revaloriza. La fachada en forma ahorra dinero a la comunidad de vecinos.
La lluvia, el viento, el frío y el calor, la contaminación ambiental y los maltratos de la gente provocan una agresión continua de todos los materiales de la fachada, la cual, desgraciadamente entra en un proceso de degradación continuo, si no se tiene cura.
NÒRIA projectes aconseja encargar una evaluación periódica del estado general del edificio, la posible función de la fachada como pared de carga, del estado de los acabados exteriores, de las posibles fisuras y vías de penetración de agua y también la posible existencia de puentes térmicos y condensaciones o humedades por capilaridad.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UN BUEN MANTENIMIENTO.
- Si se detecta alguna grieta: le proporcionaremos un técnico especializado para que evalúe las causas, peligros que puede comportar y las soluciones idóneas.
- Si la fachada hace barriga o se desploma: hay que revisarlo con urgencia por si se trata de un problema grave y las medidas a tomar.
- Si dentro de la casa hace muy frío o mucho calor: la fachada no aísla bastante bien. Le asesoraremos para determinar el mejor sistema para mejorar el aislamiento térmico y también el acústico.
- Proteger los elementos de madera y de hierro exteriores con pinturas y barnices especiales, porque a la intemperie se pudren y se enmohecen. Igualmente hay que proteger de la corrosión los elementos metálicos vistos.
- No poner muchas plantas en los balcones y tribunas puesto que se puede llegar a situaciones de peligro si se sobrepasan las limitaciones de peso. Colocar correctamente las plantas con recogedores de agua, para evitar deteriorar el balcón.
- Rehacer los sellado de los vidrios y de los perfiles mejora la estanqueidad y evita filtraciones del agua de lluvia en el interior.
- Limpiar el polvo que se deposita a la fachada y lo ensucia. También los alicatados, con agua caliente. Igualmente hay que limpiar los aplacados de piedra natural para evitar que se malogren las fijaciones metálicas o que pierdan la adherencia y se desprendan.
- Limpiar los agujeros de desagüe porque el agua de lluvia no quede estancada.
- Revisar las persianas periódicamente para regular el soleado de la casa.
- Si aparece cualquier anomalía en la fachada, como baldosas agrietadas, enlucidos que se han soplado, piezas de aplacado que se han meneado, o se han detectado pequeños desprendimientos, hay que actuar inmediatamente. Para evaluar la gravedad de los daños, hay que encargar una inspección de la fachada.